Aparte de comprar un chip para el celular y de sacar algo de efectivo, apenas dejo las maletas en el hotel, me gusta visitar algún mercado local. Siento que de esta manera se le toma el pulso a la ciudad. Ahí puedes ver productos únicos de la zona, conversar con los vendedores que te pueden ir recomendado distintos platos, ver muchísimos colores y oler aromas nuevos.
¡Increíble! Lo que más me gusta es que es una comunidad muy feliz, apasionada y participativa. Ellos me están nutriendo constantemente de datos tanto viajeros como gastronómicos. También me escriben mucho para que nos juntemos a comer, y de esta manera he ido conociendo muchos viajeros en el camino, de distintas nacionalidades. En Madrid nos juntamos 25 chilenos, y ahora en Dinamarca logramos ser más de 37 personas que se conocieron ahí, intercambiaron números de Whatsapp y armaron nuevos grupos de amistades.
Hoy es mi último día en Copenhague, y parto por una semana a Praga. Luego Berlín que es mi último destino europeo, y me voy a América. Primero Santiago, para luego ir a Lima, Bogotá, y pasar a México y USA.
Tienen que ir al Mercado Mahane Yehuda. Principalmente encontrarán una gran variedad de dulces y pasteles típicos de la zona, pero también pueden toparse artistas callejeros tocando distintos instrumentos en vivo, y muchísimos platos de Medio Oriente.
Por ejemplo, recomiendo que vayan sí o sí al puesto “Kingdom of Halva”. Es un local familiar, que se ha hecho famoso por sus dulces de pasta de sésamo. Son tan creativos, ¡que tienen más de 100 sabores distintos de halva! Con pistacho, choco boom (mi favorito), de Nutella y muchos más. Se vende por peso, y el sabor es parecido al Mantecol. ¡Exquisito! Les recomiendo que compren un trozo más o menos grande y se lo van comiendo de a poco a lo largo de su estadía en Israel.
También aprovechen de comer un rico kanafeh. A pesar de ser turco, en este mercado encontrarán muy buenas versiones. Son unos pasteles de queso cubiertos de unos fideos estilo vermicelli, y luego se baña en goma y se suele espolvorear un poco de pistachos molidos. ¡Es un tremendo postre o snack!
Por favor háganme caso y vayan sin dudar a Vitrina. Ahí venden la mejor hamburguesa de la ciudad. Pidan la “Butler Cheese Burger”, con alioli, pepinillos dulces, mermelada de cebolla, queso gouda, queso azul, rúcula y, por recomendación de la cajera, le agregé jalapeño encurtido. La gracia es que usan una hamburguesa de 200 gramos, bastante más gruesa que el promedio de Tel Aviv, y es de las más jugosas que he probado en todo el viaje, con un grano de molienda perfecto.
Todo brilla acá. La mermelada de cebolla tiene el toque dulce justo. El crunchy de los pepinillos y de los jalapeños, con ese picantito tan adictivo que te deja pidiendo más. La carne traída del planeta Jugoso, con sabor ahumado, bien parrillero, y quizás algo de salsa inglesa. El alioli, que ya sabemos que cuando se junta con algo dulce explota en sabor, viene solo a sumar. Y ojo que afuera de la burger hay sorpresas también. Viene un kétchup casero de betarraga que es una maravilla, además de unas papas fritas mezcladas con camotes fritos bien sazonadas y delgadas. ¡Excelente combo!
Uno de los mejores helados que he probado está aquí en Tel Aviv, y es en la heladería Anita. A estas alturas, toda una institución de la ciudad, y un imperdible si pasan por allá. Es una señora italiana, Anita misma, que sigue muy involucrada en el negocio y aún cocina varias de las mermeladas y compotas que usan algunos de sus helados.
En total, puedes elegir entre más de 150 sabores distintos de sorbetes, helados veganos, algunos sin azúcar, otros sin porcentaje de grasa, y también algunos yogures helados que con un verdadero milagro gastronómico. Estos últimos pueden ir acompañados de varios toppings como salsas de caramelo salado, chocolate, oreo molido, Kit Kat y muchas otras opciones. ¿Lo mejor? Si dicen que van de mi parte, podrán hacer un mix muy bueno: elegir cualquiera de los sabores de helados, y agregar los toppings que normalmente están destinados solo para los yogures.
El Mercado de las Pulgas del barrio hipster de Jaffa es bien ondero y seguramente encontrarás alguna reliquia que vale la pena llevarte a casa. Además, un mercado local con mucha vida es el Mercado de Carmel. Ahí tienen que buscar el pequeño puesto de Panda Pita, donde venden uno de los mejores sabich, el clásico sándwich en pan pita de Israel con huevo duro, chutney de betarraga, tahine, ensalada y berenjena caramelizada.
El boulevard La Mer es una especie de Patio Bellavista chileno pero más abierto y con su propia playa. Son varios containers de colores que alojan distintos y reconocidos restaurantes. La gracia es que para crear este espacio se hizo una curatoría para así solo tener a lo mejor de lo mejor.
Para hamburguesas al estilo americano, les recomiendo que vayan a SALT. Es un restaurante que tiene un local en la playa misma, con mesas de ping-pong, taca-taca y excelente música. Pero si quieren probar la mejor de la ciudad, deben dirigirse a Slider Station. Ahí pidan la “Solar Gravity”, con doble hamburguesa de vacuno infusionada en tocino y queso cheddar, con queso americano, pepinillo, cebolla crispy y “gravity sauce” en pan de betarraga con sésamo por ambos lados. ¡De mi top 10 mundial! Es de esas burgers que te hacen salivar mientras la comes. De las adictivas, que quieres comerlas lento para sentir y disfrutar de su sabor, pero es tan buena que no te aguantas. La textura es la clásica de las hamburguesas prensadas (“smashed burgers”), que se parece más a un sloppy joe que a una croqueta. Vienen dos hamburguesas delgadas, con harta costra crocante cada una y separada por un queso que se agarra a la carne como si fuese Spiderman. La cebolla crispy ya saben que es de mis ingredientes preferidos, y acá venía medio como tempura, con un batido suave y crocante. Todo estaba cargado a la pimienta recién molida como me gusta, y la salsa era sencillamente de otro mundo. De esas que recorren todo el sandwich y lo salsean. Todo tenía un toquecito picante suave pero que te dejaba ese gustito tan único. Me enamoré!!
¿Les gustaría dar la vuelta al mundo en un solo día? Entonces vayan a Global Village. Es una especie de parque de diversiones pero que además de los típicos juegos de feria, tiene secciones que representan a muchos países y zonas del mundo. Así, pueden visitar un área completa dedicada a Siria, o a Turquía, Marruecos, Rusia, México, Francia, Italia y un largo etc. Allá podrán comprar objetos típicos de cada país, además de poder probar su gastronomía. Este parque se entiende gracias a que más del 85% de la población es extranjera.
Muchos conocidos me han comentado que su experiencia en Dubai ha sido prácticamente conocer distintos centros comerciales, subir al Burj Khalifa (el edificio más alto del mundo), y visitar algunas de las playas. Pero como recomendación personal, les diría que su primer día aquí lo inviertan conociendo el “antiguo Dubai”. En mi canal de YouTube (“Pipe Sánchez”), hice un video completo explicando qué hacer en 24 horas en este emirato.
Pero básicamente, es partir con el museo de Dubai. Luego, a solo 100 metros, pueden tomar desayuno en “Arabian Tea House” donde desde 1997 están empujando la gastronomía de la zona. Después recorren el barrio de Al Fahidi donde aún se puede apreciar la arquitectura clásica local, además de encontrarse con varios museos entretenidos, como el Museo del Café. Para relajarse un poco después de esta mañana cultural donde van a haber conocido y entendido el desarrollo del emirato, vayan a almorzar y tomarse algo al taquillero paseo playero de La Mer. Es un boulevard con muchos restaurantes de renombre. Y para cerrar el día, terminan haciendo un safari por el desierto, que incluye “jeepear” por las dunas, ver la puesta del sol, visitar un oasis, hacer sandboard y terminar probando comida típica y viendo un show de belly dancing. ¡Haciendo esto como primera actividad, van a terminar amando Dubai y conociendo realmente cómo es!
Para más datos seguir la experiencia completa de Pipe Sánchez, síguelo en su cuenta de Instagram @sanchezpipe y @365sanguchez.