Llega a Chile Épuré: aceite de pepita de tuna orgánico.
En un viaje a Marruecos y en su búsqueda constante por encontrar buenos productos para la piel, la maquilladora Constanza Martínez descubrió, casi por casualidad, el aceite de pepita de tuna. Llamó a su amiga Paula Perelló, a Chile, y decidieron traer este producto. Al poco andar se les sumó Pablo Sanz, un emprendedor que llevaba varios años relacionado al mundo de la belleza. Y así nació Épuré.
Después de casi un año de trabajo, nace la primera marca chilena en traer el tan codiciado aceite de pepita de tuna. Y no es cualquier aceite: buscaron hasta estar seguros que tenían el más puro, 100% natural y completamente orgánico.
El aceite de pepa de tuna Épuré hidrata, reafirma y retarda el envejecimiento prematuro, logrando una piel luminosa y suave. Y lo más importante: tiene 6 veces más tocoferoles (vitamina E, reconocida como la vitamina de la juventud) que cualquier otro aceite del mercado.
¿Cuáles son sus beneficios?
– Se absorbe rápidamente (sin dejar residuos grasos o aceitosos) y no es comedogénico, o sea, puede penetrar en las capas más profundas de la piel sin obstruir los poros. Además, ayuda a equilibrar los aceites propios de cada tipo de piel.
– Ayuda a la reestructuración y regeneración de la piel y es perfecto para pieles maduras.
– Restaura la elasticidad de la piel y combate el daño de los radicales libres, reduciendo la aparición de manchas oscuras. La vitamina K ayuda a aclarar los círculos oscuros que pueden aparecer debajo de los ojos y a minimizar las arañas vasculares (rosácea).
– Suaviza la piel, cerrando los poros y refinando su textura.
– Es rico en aminoácidos, que estimulan la producción de colágeno y promueven una renovación celular más rápida, que sana y renueva la piel. Perfecto para quienes sufren de acné.